jueves, 4 de febrero de 2010

OPINIÓN: Sonia Prudencio: La Industria de la construcción y el impacto ambiental

Para que nuestra generación actual y futura no pierdan el derecho a gozar de un medio ambiente equilibrado.

La Industria de la construcción y el impacto ambiental

El sector de la construcción es considerado como uno de los principales generadores de residuos, por la cantidad de materia prima por cada m2 de vivienda que se construye y la cantidad de energía asociada a la fabricación de los materiales que componen una vivienda puede ascender, aproximadamente, a un tercio del consumo energético de una familia durante un periodo de 50 años.


El análisis del ciclo de vida de un edificio permite intuir con mayor facilidad las consecuencias ambientales que se derivan del impacto de la construcción, que, a grandes rasgos pueden reducirse a los edificios resultantes del proceso constructivo, así como las infraestructuras necesarias para favorecer la accesibilidad, ocupan y transforman el medio en el que se disponen y la fabricación de materiales de construcción comporta el agotamiento de recursos no renovables a causa de la extracción ilimitada de materias primas y del consumo de recursos fósiles.
Nuestro entorno natural se ve afectado por la emisión de contaminantes, así como por la deposición de residuos de todo tipo.

Para poder conseguir nuestro objetivo y contribuir al progreso sin dañar el planeta, será imprescindible contar con la colaboración del conjunto de agentes que intervienen en las diferentes etapas del ciclo de vida de una obra de construcción (desde la extracción de las materias primas, hasta la demolición de un edificio etc.). Si cada uno de ellos asume la responsabilidad que le corresponde, será posible aplicar estrategias para la prevención y la minimización del impacto ambiental.

Debemos tener presente que el aprovechamiento de un determinado recurso natural no debe afectar al equilibrio ecológico que lo sostiene y que es responsable de su existencia.
Realizar demoliciones atendiendo a criterios de desconstrucción, aprovechar al máximo los materiales, reutilizar los recortes de obra siempre que sea posible y reciclar los materiales pétreos y reutilizarlos como sub-bases en obras de urbanización, como material drenante, etc. podrían contribuir al equilibrio ecológico

Los sistemas de producción industrializada y los avances en tecnologías y en los sistemas de transporte han conseguido abaratar los algunos materiales de construcción hasta tal punto, que en muchas ocasiones los excedentes de las obras no se aprovechan sino que se convierten directamente en residuos destinados a vertedero.

Fomentar la producción de materiales de nueva generación, con mayores prestaciones, pero que necesitan un elevado consumo de recursos y de energía, y tienen el inconveniente de emitir una mayor cantidad de contaminantes a la atmósfera, al agua y al suelo.

Si tenemos en cuenta que la capacidad del planeta para asimilar los contaminantes que genera nuestra sociedad es limitada y que los recursos de que disponemos también lo son, es imprescindible detenernos a reflexionar sobre la necesidad de hacer una buena elección y un correcto uso de los materiales, para evitar, en la medida de lo posible, que se transformen en residuo por falta de planificación o simplemente, porque cada vez es más común practicar el insostenible hábito de “usar y tirar”.

La solución es sencilla: primero, consumir lo que realmente necesitamos, sopesando las prestaciones y el impacto ambiental a la hora de decidirnos por uno u otro material; después, fomentar la reutilización y el reciclaje.
Fuente: Sonia Prudencio. Gerente General de Inversiones Terrena SAC

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